Maravillas... Calle Valverde - Madrid... y mucho más...

Lo vi en la cadena de televisión de Madrid, y esa misma tarde me pasé a conocerla. Lo cierto es, como os podéis imaginar, que no me supone demasiado esfuerzo indagar nuevas sorpresas cerveceras, y, dejarme seducir por sus encantos, y, ¡telita!, ¡qué encantos!....

En Fábrica Maravillas no hay ni trampas ni cartón, lo que si que hay es una MICROCERVECERÍA en mayúsculas (en todo el Centrazo de Madrid) en la que combinando tan solo la ilusión y la pasión, medidas ambas en la misma proporción, han apostado por acercar a todo el público de Madrid en particular y del planeta en general, una cerveza artesana fresca, recién salida del horno y con mucha variedad y personalidad, y lo han conseguido; el barrio de Malasaña ha ganado en personalidad desde que en 2012 sus creadores nos hayan regalado con una "tienduca" tan espectacular.

La calle la Puebla, que tradicionalmente era conocida como la calle de las Lámparas; el pasaje de San Onofre, que lo era por su famosísima repostería artesana y tradicional; la calle
Colón, con su majestuosa Bodega de la Ardosa, mucho más que una cervecería al uso; y si olvidar lo espiritual, pues en la esquina de la Puebla con la Corredera Baja está el barroco y espectacular templo de San Antonio de los Alemanes; ahora, como queriendo ir a la zaga de todos ellos sin alejarse de su estela, éste local-fábrica-trasversal-y-jovial, es otro singular y auténtico punto de encuentro abierto para todos y to
das las que tengan, a bien, acercarse a disfrutar y colocar en alguno de los infinitos huecos de sus paredes vistas una moneda símbolo de unión entre sorbo y sorbo, risa y risa, ilusión e ilusión...

Ellos mismos elaboran diferentes tipos de cerveza, en una trastienda más bien pequeña que podéis ver, in situ, pero cuyos resultados son impresionantes en cuanto empezáis a dejaros seducir por la curiosidad de su carta, de sus grifos...¡qué deciros!, pasaros, probar, volver a hacerlo, y, por supuesto, dejaros alguna para repetir y curiosear, pocas cosas en la vida suplen la curiosidad de echarse a la boca una cerveza nueva y descubrir matices, que aunque conocidos, nos gustan...

.... somos, por encima de cualquier cosa, cerveceros curiosos, y nos gusta lo nuevo y lo bueno......