Disfrutar de la Cerveza es disfrutar de la vida

domingo, 16 de septiembre de 2018

BIRIBIL...


Vivir es conocer...conocer es viajar...viajar es convivir...convivir es emocionarse con lo que nos rodea, lo que nos rodea, a veces nos agrada otras no tanto, lo importante es el respeto a lo desconocido....lo desconocido somos nosotros mismos...acaso ¿nos conocemos?...así es la vida...un continuo crecimiento... Hago esta breve e intima reflexión por una razón...por una casualidad...también la vida es casualidad....

Lanz nos encontró en el camino, igual que hay amigos que te encuentras en el camino y ellos te ponen en contacto casualmente con cervezas únicas como la que tenemos entre manos...Cuando entramos en Lantz estaba cubierto y lloviznaba, desconocíamos lo que nos deparaba la estrecha carretera de acceso que parte de un cruce bastante malucho cuando vas en sentido Pamplona. La bienvenida nos la dieron algunos caserones navarrucos con voladores de piedra vertiginosos. Escudos señoriales sobre amplios portalones nos mostraban accesos a casas o casonas ajenos a las configuraciones de las ciudades... con otro espíritu ... con otro mensaje ... con otra energía ... así fue como entramos en la única tasca que encontramos abierta, a través de una de estas grandes puertas... En seguida, una vez dentro, me dí cuenta de los cuadros de las fiestas de carnaval...que me hipnotizaron el alma...por eso, cuando leí la leyenda de la etiqueta de la cerveza Miel Otxin, rápidamente me transporte a este lugar tan lleno de magía....

Cuando uno sirve una cerveza de las características de Miel Otxin, lo primero que te impacta es el color dorado oro limpio que resbala en el baso.
Después del color llega, para bañarte, un impregnante olor afrutado totalmente natural, sin aditivos, como Linz. Es un olor intenso, riquísimo, casi embriagador, que le proporciona el dry hopping con el que han madurado el néctar amarillo...Y, por último, el primer sorbo...una experiencia robusta, oprimida, prohibida, diría yo....de esas Pale Ale que te dejan recuerdo...y menudo recuerdo..., armónico con 6,5º, totalmente asumible y disfrutable hasta el último sorbo ... Es, sin duda, un claro homenaje a su nombre, a su leyenda (MIEL OTXIN) que se reencuentra en esta cerveza con cada uno de nosotros...profanos a su embrujo...a su endogamia...y por eso mi propósito, al escribir estas líneas es acercarte a esta tradición tan maravillosa y única de los pueblos  navarros... Como no es propósito alargarme más, pincha en el enlace y lee...aprende....impregnate....DISFRUTALA.....