Como seguir ... pues os diré que Alfonso estaba allí, podría no haber estado, y yo me hubiera ido cabizbajo, sin más, pero no, afortunadamente, no fue lo que ocurrió. Yo había probado la cerveza Casasola años atrás, y me alucinó tanto, que siempre la tuve muy presente, de manera que una nueva visita a Valladolid era la mejor manera de acercarme a ella.
Pero no quedó ahí la cosa, Alfonso fue al detalle, y nos sorprendió con la posibilidad de que entre sus muros se vieran las caras por primera vez, Fernando el Católico y su yerno Felipe el hermoso, en su primer viaje a España y fuera el lugar, en ciernes, donde quizás pensaran en encerrar a su hija Juana (la que pararía a la Historia como La Loca). Y esto nos lo contó, en fin, no lo decía él, sino los historiadores de la Universidad de Valladolid que anduvieron por el ex-convento, tratando de reconstruir un pasaje de nuestra historia que, al parecer, preserva algunas incógnitas aún sin resolver del todo.
Bueno, y espero que todo esto que os he contado, nos os aleje del verdadero propósito del comentario inicial, trasladaros y haceros partícipes, en primera persona, de esta maravillosa cerveza que con tanto mimo hace Alfonso, que viene siendo el precursor de la cerveza artesana en Castilla, cuyo oficio aprendió en Italia, si chicos, en Italia, donde la cerveza artesana está pegando fuerte en los últimos años, y él se enamoró hasta las trancas de este líquido artesano maravilloso, y, por suerte, para nosotros, se vino a nuestra Castilla a desarrollar todo su potencial, que no es otra cosa que lo que se refleja en cada una de sus creaciones...
En el futuro, Alfonso quiere sorprendernos con creaciones propias, seguro, no me cabe ninguna duda que maravillosas, debéis estar atentos, porque muchas serán de tirada limitada, como lo mejor de cada casa, y degustarlas, será un privilegio y seguro que una auténtica pasada. Los maestros cerveceros de vocación, aman cada ingrediente, aman cada trago, y, por encima de todo, aman cuando los demás aman sus creaciones, ... disfrutarlas...
Por mi parte, desearle lo mejor, me llevé un gran abrazo en lo más hondo, las caricias a sus perros, a sus caballos, a su tierra, y, como no, unas cervezucas esperándome para recordar un rato que me llevo lleno de emociones y satisfacción.
Gracias, Alfonso, espero volver a verte pronto....
Impresionante artículo e impresionante cerveza. Una artesana fija en mi casa.
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